El Champagne Bollinger: Una Casa de Excepción

Fundada en 1829 en Aÿ, en el corazón de la región de Champagne, la casa Bollinger ha representado la excelencia y la elegancia del champán francés durante casi dos siglos. Creada por Athanase de Villermont, Paul Renaudin y Jacques Bollinger, esta casa familiar ha atravesado las épocas manteniéndose fiel a sus valores de autenticidad, calidad e innovación.

Una Historia de Familia y Tradición

Desde sus inicios, Bollinger ha sido dirigida por generaciones de la familia Bollinger, incluyendo a la famosa Lily Bollinger, quien asumió el mando de la empresa en 1941. Lily se convirtió en una figura emblemática de la casa gracias a su carisma y su famosa frase sobre las ocasiones para beber champán, concluyendo que es indispensable "en la victoria, [y] necesario en la derrota". Su dedicación ayudó a establecer la reputación internacional de Bollinger.

Un Proceso de Elaboración Exigente

Lo que distingue a Bollinger de otras casas de champán es su compromiso con una vinificación meticulosa y un sabor inimitable. La casa favorece principalmente la uva Pinot Noir, que compone la mayoría de sus mezclas. Los vinos se envejecen en bodegas de tiza durante un periodo muy superior a las normas de la denominación Champagne, garantizando aromas complejos y una textura cremosa.

Bollinger también destaca por su método único de conservación de algunos vinos de reserva en magnums sellados con corcho natural, un proceso raro que preserva la riqueza aromática de los vinos. El uso de barricas de roble para parte del proceso de fermentación añade notas sutiles y una estructura notable a sus champanes.

Una Reputación Atemporal

La casa Bollinger es un símbolo de prestigio, apreciado por los amantes del champán en todo el mundo. Obtuvo el título de "Proveedor Oficial de la Corte Real Británica" en 1884, un honor que continúa hasta hoy. Además, Bollinger se ha convertido en un personaje por derecho propio en la cultura popular gracias a James Bond: el famoso agente secreto disfruta de sus cuvées, especialmente en la película Vive y deja morir.

Una Anécdota Deliciosa

En 2010, durante trabajos de renovación en las bodegas, Bollinger descubrió un tesoro olvidado: 600 botellas que datan del siglo XIX. Estas botellas, testigos de un saber hacer ancestral, nos recuerdan la importancia del patrimonio y el tiempo en la elaboración de los champanes Bollinger.

Combinando tradición e innovación, Bollinger sigue deslumbrando a los amantes de las burbujas finas y del refinamiento, consolidando su estatus como una leyenda viva de Champagne.